Mi historia

¿Y cómo llegué hasta aquí?

Esa es una buena pregunta.

Hace ya aproximadamente 9 años, “tuve la genial idea” de estudiar y trabajar en banca, sí, para ser banquero.

Socialmente, para mí y para mi entorno es lo que estaba bien visto y lo que me “aseguraría” un buen futuro y me permitiría poder estar al servicio y poder ayudar a muchas personas a conseguir lo que necesitaban como una casa, ¿Cómo no lo iba a hacer?

6 años fueron suficientes para saber y experimentar con gran dolor que eso no era para mí, no era la vida que quería (pero esto ya seguro lo intuíais)

Ahora mismo, agradezco cada sufrimiento que sentí y cada voz que me decía: Alejandro, ¿es que no lo ves?, desde aquí no es…

Y por fin llegó el día que junto con ayuda de “cosas de la vida”, decidí parar y marcharme a buscar, ¿Dónde? No lo sabía, pero me acompañaba mi confianza.

Ahora comienza lo interesante:

Cierto día, una vez ya solucionado por completo lo del banco, comencé a escribir e intentar expresar todo lo que llevaba dentro a través de lo que se conoce como escritura mecánica por recomendación de un gran libro llamado “encuentra tu don” (Te lo recomiendo fuertemente si te encuentras en una situación de no saber hacia dónde).

En esa escritura redescubrí mi kinestesia, mi querer de sentir y contacto, mi empatía en el entendimiento, mi querer descubrir más, indagar, desarrollar teorías y pensamientos, pruebas… En resumen: mi Don era y es el contacto y el sentir a través del masaje, estar al servicio a través del entendimiento y la escucha corporal y emocional.

¿Qué bien no?

No solo era una teoría, sino que siempre me había gustado dar masajes a mis personas cercanas, “iba al sitio” donde le molestaba a las personas. “Encontrar, el punto de tensión era natural” para mí y entender que podría pasar también.

Al día siguiente de esa escritura, fui a apuntarme a mi primer curso de quiromasaje con el mejor profesor posible, o al menos así lo sentí y yo y he comprobado con el tiempo.

Todo es más sencillo cuando se pone a favor y vas remando en dirección correcta.

Actualmente, sigo formándome e intuyo que no pararé de hacerlo. Me encanta sentirme alumno y tener siempre la energía de querer aprender para poder ofrecer siempre lo mejor de mí para poder ayudar más y mejor.

Te espero por aquí y si quieres te cuento un poquito más de mi historia 🙂

Gracias.